Recuerdo que estaba aburrido; era por la tarde, después de
comer jugué unas partidas online al ajedrez cuando terminé no sabia que hacer y
decidí ver un video de Nassim Haramein y escogí uno donde explica que las ondas
son tridimensionales, de pronto recuerdo que exclamé: ¡las ondas son
tridimensionales!
Apagué Internet y me puse a escribir.
A los 2 años concluí un boceto de 25 páginas que sugiere una
nueva teoría cósmica:
La dinámica del cosmos.
La dinámica del cosmos introduce una nueva visión sobre el principio
del universo: Much force, la teoría
de la expulsión se impone a la teoría de la explosión big bang.
El principio es una singularidad que origina la creación del
universo.
El principio comenzó con una expulsión (much force), el tipo
de expulsión originó dos fuerzas inseparables: Centrípeta y centrifuga.
Estas fuerzas son la causa de dos fenómenos:
- Por un lado obliga los participantes del cosmos a estar siempre en movimiento y seguir una meta común.
- Y crea el lugar donde se desarrollará la creación que participará del universo: Tiempo y espacio. “Son inseparables”, Einstein
El
movimiento hacia la meta será en rotación y se dirigirá hacía delante en
espiral.
Esta dinámica propone que existe una dirección única en el
cosmos para todos los participantes del universo que lo forma.
¿Qué se expulsa desde la singularidad? Ondas y Energía.
El
tiempo y el espacio son inseparables, fue el gran descubrimiento de Einstein,
y escribió la ley de relatividad. Para comprenderla en su totalidad es imprescindible
comprender el fenómeno tiempo-espacio como uno, sin ser lo mismo.
Una singularidad es el lugar donde transita el
final y principio del ser.
Todo lo que entra en ese lugar sale después.
Desde la singularidad se explica la creación de los astros y
galaxias.
Al minuto se crearon las primeras partículas, a los 3 minutos
había núcleos atómicos, a los más de 300.000 años se crearon los primeros
átomos, y su multiplicación dio forma a la materia.
Las
fluctuaciones cuánticas consiguen crear partículas, éstas consiguen crear
centros atómicos, éstos crean átomos, después moléculas, estrellas… y esto
ocurre porque existe una fuerza primigenia que da movimiento y sentido a la
creación. Una dirección.