Subí a una colina y no vi nada.
Subí más alto, a un árbol
Que había en la colina y no vi nada.
Subí más arriba, al monte
Y no vi nada.
Y yo seguía subiendo,
como queriendo llegar al cielo
pero solo llegué
a lo alto de la montaña
y no vi nada.
Bajé la montaña.
Me crucé con el árbol
Y me quedé sentado en su sombra.
Nada vi,
mas yo sigo sentado
en su sombra.
Y sentado vi pasar al zorro.
Me preguntó si había visto algo
Yo le dije que no había visto nada.
Se marchaba cuando se giró
Y sonriendo volvió a preguntar:
¿Has visto algo?, ¿Has visto algo?
Yo le iba a decir... pero...
El zorro se marchaba sin parar de reír...
No escuchó mi respuesta, no le hizo caso
A lo que oía y escuchaba.
Sin escuchar se marchó el zorro
Y se fue la sombra. Me quedé solo
Con el sol frente a mi.
Entonces bajé la colina...
Se me olvidaron las gafas, de sol,
Y no vi nada.
A veces no vemos lo que tenemos enfrente
Por culpa de querer ver más allá
De donde nos llega la vista
Entonces, todo se vuelve
Oscuro y, no se ve nada.
Chynotaw O’hara