Ser: Cuerpo mente y espíritu.
El materialismo, como pensamiento filosófico, nace de la
necesidad de una oposición al pensamiento idealista, que apoyaba (directa o
indirectamente) la filosofía eclesiástica, al defender al “espíritu” como ente.
A la pregunta de si el espíritu es ente, claramente la
dialéctica del materialismo ha demostrado que no, la respuesta es que el
espíritu no puede ser ente.
Mas, quedaría por responder si el espíritu (sin ser ente) es
un fenómeno o no, porque siendo fenómeno existe, y olvidando el ente se puede
reconocer la existencia de algo, que por no saber que es, llamamos fenómeno,
fenómeno que en ciencia se llamaría fuerza y estaría relacionada con energía,
relacionando ésta inevitablemente con la materia.
La historia de la palabra Espíritu, forma parte de la
humanidad, hace miles de años cuando la humanidad vivía en relación con su
entorno natural, les ponían nombres a lo que consideraban su idea de
relacionarse con la naturaleza: animales, plantas, fenómenos naturales, etc.
La
investigación resultante de conversaciones con indígenas de cualquier parte del
planeta, ha sugerido y sugiere, la palabra que traducimos como espíritu en sus
tradiciones orales, es utilizada para comentar fenómenos relacionados con su
contacto con la naturaleza, difíciles de entender para quienes viven en las
ciudades y muy fácil para quienes viven en la naturaleza, o al revés, según el
caso.
En el siglo XX se relacionó el espíritu con “fantasmas”, y
provocó una corriente espiritista, que existiendo se hizo más popular. La
tradición indígena oral nos enseña una relación energética con la naturaleza,
es nuestra energía vital individual quién se relaciona con la energía vital
individual de otro ser, bien sea éste un animal, una planta, etc.
Nuestra conexión
con la naturaleza es a través de nuestras energías, y esto también vale para
nosotros, y podemos individualmente observar y contemplar el fenómeno.
Ser: Cuerpo, mente y energía.
Si somos
seres energéticos, existen relaciones energéticas entre la naturaleza y
nosotros, que son inexplicables con palabras.
Sin embargo,
considerando la energía como nexo común de los fenómenos, y sin intención de
hacer que ésta parezca ente, si se podría explicar por qué suceden fenómenos,
que mentalmente los humanos reconocemos a lo largo de nuestra historia, pero
que no podemos explicar con palabras, ni conseguir hacer real la idea de lo
sucedido al explicarlo.
Es un hecho
que sucede pues se recuerda, y se recuerda porque sucedió, una cosa sin la otra
no existiría, y si existe una es porque existe la otra, y existirían (como
existen) las dos: el pensamiento y quién piensa.
Quién es
capaz de reconocerse así mismo, es capaz de reconocer la inteligencia, la
herramienta del ser pensante que vislumbra una idea, y quiere explicarla a
través de sus pensamientos para expresarla después.
Cuando el
ser humano observa la inteligencia, podemos ver que sirve para todo, no tenemos
diferentes inteligencias para una cosa u otra, la misma sirve para todo, pero
es una herramienta, no es conciencia, conciencia la tiene un ser consciente, y
la inteligencia no es un ser.
El ser
humano no puede considerarse una máquina, tal como consideramos a las máquinas
los seres humanos, y el materialismo nos puede (y lo hace) considerar máquinas
biológicas totalmente predecibles, nos cuentan descubrimientos genéticos, pero
se callan los descubrimientos epigenéticos (el estudio ambiental de los genes).
El ser
humano no es solo materia, la materia es inseparable de la energía. El 95% de
la materia es energía, y el materialismo filosófico obvia éste 95%, como
también obvia comentar que se habla sobre el 5% de la materia, comparándola con
el ser humano hablan sobre el 5% del ser humano.
Y así es, pues el materialismo habla de cuerpo cuando se
refiere al ser humano, se deshizo de espíritu primero, y después de mente al
considerar que ésta es el cerebro, y esto es negar demasiado.
El idealismo
es para mí, algo natural de los seres humanos, sentir algo que te lleva a
pensar en ello, y saber que lo que piensas está más allá de lo físico.
Dialécticamente
será inevitable nombrar como ente un pensamiento que nunca podrá serlo, pero
indispensable para nuestro lenguaje humano que siempre quiere saber de lo que
se está hablando, y esto sugiere poner nombre a todo, incluyendo ideas que no
tenemos resueltas.
Esto influye al sentido de identidad, un ente metafísico
inexistente como ente, admitiendo la existencia de un fenómeno.
Así, cuando la física descubrió una partícula minúscula,
pensó que era el átomo, la partícula indestructible mencionada por los griegos,
y así la llamó.
Pero más tarde cuando se dividió el átomo en partículas más
pequeñas no llamaron a éstas átomos, algunas personas preferían decir que los
griegos se habían equivocado porque los átomos no son indestructibles.
Los
pensamientos filosóficos: idealismo y materialismo, son dos caras de una misma
moneda, a cada idea le falta un poco de la otra para ser completa. Cada una por
su lado se vuelven absolutistas y crean ideologías radicales, olvidándose de la
esencia humana y de la humanidad.
La filosofía humanista de la que presume nuestra sociedad
moderna es dualista, pues se piensa en oposición a otro pensamiento, no tener
posición tampoco sirve porque se cae en el nihilismo, sin embargo, existe otra
posición: el camino del medio que se aleja de los extremos.
Conocerte a ti mismo.
En busca de
mi yo.
¿A quién pensáis que encontraré? A mi yo sin ninguna duda.
Para quienes tienen duda todavía, piensen unos segundos más.
Recuerden todas
las formas descritas en la historia de la humanidad, nuestra historia, sobre el
yo.
No son tantas, en realidad solo cuatro, o no encuentro a mi yo y encuentro
a mi yo, son dos. Si encuentro a mi yo, sucederá una de dos cosas, y si no
encuentro a mi yo, sucederá también una de dos cosas. Dos y dos son cuatro.
Gracias a
los segundos de espera, y al número cuatro, he recordado a Paul Dirac y la
matriz que lleva su nombre, ¿la conocen? Parece ser que el numero dos solo son
opuestos, uno y uno, a y b, nunca son iguales.
Para
confirmarlo, se desdoblaron los opuestos a y b, creando cuatro elementos, y se
formuló lo siguiente: a+b=b+a (naturalmente siguiendo un objetivo científico)
Efectivamente
a+b no es igual a b+a, concluyeron los resultados. Y se obtuvo la idea de que
la diferencia entre a y b radicaba en su valor, como son matemáticas este valor
se define con los signos positivo y negativo. Asi, cuando a+b sea uno
positivo(1+), b+a será uno negativo(1-); y si a+b es uno negativo (1-), b+a será
uno positivo(1+).
No aburriré con matemáticas, el señor Dirac concluyó éstas
con la matriz que lleva su nombre, la matriz mágica de Paul Dirac conlleva en
su interior cuatro elementos, y si preguntan por cada uno de ellos nadie los
conoce, más, si averigua uno averigua los demás.
Piensa, si
encuentras a tu yo será porque existan dos “yo”, uno que observa y otro es
observado.
Piensa, si
no encuentras a tu yo, o bien no existe, o eres tú ese yo, quien busca.
Piensa, en
el primer caso encontrarás a tu yo y seguirás sin saber todavía si eres el
observador o el observado.
Piensa, en
el segundo caso, si no encuentras a tu yo seguirías sin la certeza, pues,
aunque declines por el yo buscador, seguiría siendo un buscador.
Parece ser
que la solución pasa por aceptar un yo natural, como existente y no existente a
la vez.
Se afirma su
existencia y se niega que exista por si misma porque depende de causas y
condiciones.
Resolver el debate sobre el yo en papel parece tarea
complicada, por no decir imposible, ¿para qué escribir tanto si ya se hubiese
escrito alguna vez?, valdría con la repetición.
El Universo y el alma del universo
Lo creado y el creador.
Pensamiento y quién piensa.
Idea y quien tiene la idea.
El fenómeno humano.
Teóricamente conocemos el principio, nos lo contaron una y
otra vez, y nos lo siguen contando hoy una y otra vez.
En el
principio había quietud, desde la creación y en lo creado todo está en
movimiento.
Hoy se
explica desde la singularidad, un lugar donde no existe el espacio tiempo que
conocemos y estudiamos. Desde y después de la singularidad viene la creación y
lo creado, evolucionando con el tiempo que da el movimiento (la dinámica del
cosmos).
La energía con la que impregna el movimiento la creación, se
impregna de lo creado, luego, la falta de quietud primigenia la separa del
principio donde si impera la quietud, la singularidad.
Los seres
humanos estamos en disposición de contactar con la energía vital que nos
impregna a los seres humanos y al universo. Ya nos hemos dado cuenta de la
existencia de esta energía en nosotros y en el universo.
Tanto en física como en filosofía, añadiendo las
experiencias de personas registradas a la largo de nuestra historia humana, hoy
no se puede negar la existencia de una energía que conociendo su existencia se
escapa a nuestro intelecto, y no la podemos explicar (todavía).
Desde su
conocimiento ancestral (animista), este se ha utilizado para la salud y
bienestar físico y mental. La relación humana con su entorno le llevó a la
armonía con la naturaleza de quién compartía espacio y tiempo.
Darse cuenta
de esta relación los llevó a observar que a falta de comunicación intelectual
la relación era intuitiva, y se dieron cuenta de la existencia de una intuición
humana.
La
revelación fue dada al comprobar que existía armonía cuando no alteraban el
orden en su alrededor, y dejaba de haber armonía cuando se alteraba el orden
natural en su alrededor.
Quienes se daban cuenta transmitirían a los demás esta
observación desde un punto de vista social ¿cómo conseguiremos armonía en
nuestro poblado? Aprendiendo de la naturaleza que nos rodea, si nos tratamos
con la armonía con la que tratamos lo que nos rodea buscando armonía, también
conseguiremos armonía en el poblado.
Así la
intuición humana conoció la energía, como esta no se puede explicar (todavía),
de las personas que se daban cuenta de ella y la estudiaban se hicieron sabias,
consiguiendo un estatus social. Conocidas en las tradiciones chamánicas del
planeta, transmitieron conocimientos médicos tanto para sanación como
prevención de las enfermedades, contando las bases alimenticias que armonizan
nuestro organismo físico y mental.
Los
conocimientos de la humanidad sobre las plantas y raíces llegan hasta la antigüedad
animista de nuestros ancestros.
Los
conocimientos de los que hablo se adquieren desde lo que se sabe.
Por eso los
maestros y maestras ancestrales, sabiendo esto, se comportarán como reflejos de
sus discípulos y discípulas, esperando que se den cuenta por sí, de lo que
saben ya, y desde aquí ir sumando sabiduría.
Se aprende
poco a poco el mecanismo, y cuando se sabe, se le enseñará completo a quién de
las personas, esté atenta, el algo nuevo que aprenda será darse cuenta que lo
sabe.
Y darse cuenta
muchas veces lleva a la comprensión ¿por qué muchas veces?
Porque no nos damos
cuenta a la primera, ni a la segunda, son muchas veces las necesarias hasta
“darse cuenta”, y muchas más hasta saber que eso es comprensión, primero
entenderemos y después comprenderemos.
Si entendemos que existe una energía vital comprenderemos
que ella significará el orden en nuestro organismo, nuestro desorden orgánico y
mental será debido a un desequilibrio energético, ocasionado por nosotros
mismos y nuestra dependencia a causas y condiciones.
A esta energía vital se le ha dado muchos nombres a lo largo
de nuestra historia, como si el nombre importara, y nos creemos que sabiendo su
nombre la conoceremos, siento que las personas que conocieron la energía y las
que la conocen siguen sin ponerle nombre, para así no tener que explicarla.
La energía en la India
Es curioso
el dato histórico que existe sobre la energía en la India.
El yoga se
practica y se estudia desde hace miles de años en la India.
Las posturas
de yoga sirven para dirigir nuestra energía interior hacia un órgano vital y
reforzarlo. Las personas practicantes, al cabo de años, reconocerán esta
energía vital que pueden dirigir, en su interior.
Cuando la
conocen, dejan de practicar yoga, porque dirigen la energía hacia cualquier
parte del cuerpo con la intención. Y pasan a practicar el gran yoga, la
meditación.
Porque nunca
nos lo han contado, podemos pensar, que sin aprender a meditar podemos
practicar meditación, mas no es así.
Primero hay que aprender y saber meditar. Esta práctica, el
aprendizaje, llevará de 10 a 20 años hasta saber meditar y empezar su práctica
correctamente.
Usted, ¿sabe
leer? Sería extraño que una persona que no sabe leer leyera esto. Piense si en
la India se preguntan entre sí ¿sabes meditar?, seguro que no.
Existen escuelas de yoga, no existen escuelas de meditación,
y ahora verán porqué.
Existen dos
enseñanzas básicas para aprender a meditar, pienso que se las enseñaban desde
niños.
1ª
enseñanza. Parar los pensamientos. Duración de la práctica de 3 a 5 años.
Siéntate con
la espalda recta y escucha tu respiración, el objetivo es parar cualquier
pensamiento que tengas, escuchando tu respiración.
Observando tu respiración, iníciate en el arte de la
respiración.
2ª
enseñanza. Observar los pensamientos. Duración de la práctica de 10 a 15 años.
Ahora
permitirás el surgir del pensamiento, el objetivo es observarlo sin
intervención.
Recurrir
siempre a la respiración cuando sea necesario.
Terminar la investigación sobre el arte de la respiración.
Es cierto que podrían extenderse estas enseñanzas a tres
páginas, y especificar más, o mejor, y también es cierto que a las niñas y a
los niños no es necesario explicar más, la práctica es personal y no debe
dirigirse su aprendizaje, este debe ser natural, dejando que fluya naturalmente
lo que ha de acontecer.
Siguiendo la
historia, en Japón un maestro practicando la meditación obtuvo un conocimiento
que compartió con la humanidad.
Cuando
inspiramos, las palmas de nuestras manos absorben energía.
Cuando expiramos (soplamos) las palmas de nuestras manos
expulsan energía.
Así, cuando
colocamos nuestras manos una frente a la otra, con nuestra respiración se forma
una bola de energía entre las dos manos. Con la práctica de 5 minutos diarios
se consigue tocar la energía a través del calor primero, y la electricidad de
tus manos después.
Si
anteriormente a la práctica se colocan las palmas de las manos mirando a la
tierra durante uno a tres minutos, las manos se cargarán de energía vital de
nuestro planeta Tierra, después será más fácil crear la bola de energía.
Para
comprobarlo, pueden poner las palmas de sus manos (sin tocar, a unos
centímetros de distancia) en una herida, cicatriz o una dolencia en el cuerpo,
artrosis también, y comprueben la interacción energética observando lo que
siente.
He de hacer
una advertencia, el poder de la energía de la Tierra que recogemos a través de
nuestras manos es muy potente (no es un juego), para todas las personas y
especialmente mayores de 50 años si sienten somnolencia mientras absorben
energía con las manos, tumbasen y duerman, no se lo piensen, la primera muestra
energética relacionada con la salud es un equilibrio atómico, y nuestro
organismo necesita que la persona esté dormida, es la razón de la somnolencia.
He visto
caer a plomo a una persona, la mejor prevención para las personas mayores es
practicar sentadas o acostadas, y las manos mirando la Tierra.
Cuando las
manos están cargadas, y no sienten somnolencia, practican hacer una bola de
energía o imprimen energía directamente de la palma de sus manos a cualquier
dolencia que tengan a través de la respiración.
Hablo de
comprobar, investiguen primero, el objetivo es conocer la energía, tocarla con
sus manos, una bola de energía no se ve, si está es porque la persona nota como
se comprime cuando la aplastamos y como se estira cuando alejamos nuestras
manos unos centímetros, siempre al ritmo de la respiración.
Con la
imposición de las manos sobre cualquier dolencia, herida o cicatriz, a unos
centímetros sin tocar, sentirán la interacción energética por el calor al
principio, las corrientes después, y cierto dolor (sin doler) al final después
de 5, 10 o 15 minutos.
Hablo de
comprobar, el tiempo estimado según personas expertas sería de un mínimo de 25
o 30 minutos.
Por
repetirme, la constancia de la práctica ha de ser cotidiana.
Las personas jóvenes y sanas en general les costará más, tal
vez, sentir la energía, porque no tienen dolencias donde comprobarla y tienen
que tocarla directamente.
Experiencia humana del sentir
El fenómeno humano.
El ser
humano se compone de materia y energía.
La materia
sería lo físico (corpóreo), y la energía lo que está más allá de lo físico y
corpóreo.
La
inteligencia (el don) es la herramienta por la cual el ser humano se reconoce
como tal, existe.
La mente
sería el reflejo humano donde nos podemos observar, y reconocer nuestra
inteligencia, al razonar (el don de la razón) nuestra existencia, tanto
individual como social.
Observar el
transcurso de este reconocimiento, sería observar el fenómeno humano,
¿qué
sientes cuando te reconoces?
La historia
de la humanidad recoge la expresión humana sobre este conocimiento desde la
experiencia, en lo transcrito por personas desde la individualidad hacia la
humanidad.
Esta
expresión radica fundamentalmente en la diferencia del sentir humano y el
sentir que transciende lo humano (es nuestra expresión).
(El juicio humano discierne lo uno de lo otro; para
enseñarlo, primero separa para unirlo después.)
Existe un secreto oculto desde hace 17 siglos
En esta
época se hizo Dios a un hombre: Jesús el Cristos.
Con este
acto se creó la Iglesia Católica y se dejó de perseguir y matar a los
cristianos, personas que respetaban las enseñanzas del Cristos.
La fórmula
filosófica utilizada fue una idea de Platón, haciendo legitima la condición
dada a Jesús, y a la posterior Iglesia creada, y a las personas que respetaban
las enseñanzas del Cristos.
Inmediatamente
después, la jerarquía eclesiástica, determinó que Platón debería ser olvidado
por la historia, Aristóteles sería el filósofo de referencia en Roma.
El bulo
que cuenta las contradicciones y rectificaciones de Aristóteles a Platón,
nacieron entonces y duran hasta hoy.
La
persecución de la iglesia católica para con el pensamiento neoplatónico y las
personas que lo conocían está de sobras documentada.
¿Qué esconde
la filosofía de Platón que ataña a Jesús el Cristos?
Para marear
la perdiz, la historia nos describe los hechos [filosóficos] a través de 2
traducciones: una del latín, y la otra del griego y otras lenguas no latinas.
Desde el
latín se ha intentado, y conseguido, tergiversar ciertos significados de
palabras importantes que se utilizan, como necesarias, en la filosofía de
Platón.
Así, la
Hipóstasis de Platón tendrá 2 significados (multiplicándose estos más
adelante), uno que proviene del latín, y otro cuando es traducido del griego de
entonces.
Latín: 3ª
persona de La Santísima Trinidad.
Griego:
esencia de ser, verdadera realidad.
Desde el latín solo existe una interpretación religiosa, el
significado que se da en la traducción de la lengua madre de Platón está en
acorde con la filosofía que le corresponde.
El
significado religioso está inscrito en el imaginario social, es el que más
conoce, y tanto da si es para afirmar o negar, solo sirve para oscurecer la
verdadera realidad del significado de la Hipóstasis en la filosofía de Platón.
Si el
objetivo era distorsionar el significado hasta confundir, lo han conseguido,
porque ya nadie conoce la Hipóstasis de Platón.
El logro del
objetivo se detecta cuando la sociedad no sabe que responder ante la palabra
Ser, la confusión es tal, que las personas más intelectuales tienen problemas
para resolver la cuestión Ser.
Sin embargo,
desde los griegos, la cuestión Ser quedó clarificada en la historia de la
filosofía, fue después cuando la religión católica, sumando poder, dirigió
durante siglos la dirección académica de los intelectuales, mientras perseguía
el pensamiento neoplatónico y eliminaban las personas que lo conocían.
Aunque
contemos 5 siglos de libertad intelectual, son 17 siglos creando una ciencia de
la que solo la iglesia católica entiende y habla. Y no se olviden de estudiarla
si quieren un título académico, filosofía y letras.
Olvidado que
es Ser por la sociedad europea, las corrientes filosóficas que terminarían
disputándose quién sabia más de Ser (siempre desde un punto de vista católico,
tanto para afirmar o para negar) fueron la idealista y la materialista.
La filosofía
idealista tenía una conclusión que no negaba el Espíritu Santo católico, pues,
el espíritu es algo conocido por los seres humanos, inclusive las tradiciones
chamánicas hablan de esto.
El espíritu,
pues, era el tema, y la filosofía materialista se propuso terminar con el tema
afirmando que el espíritu no es ente, tal como propone la filosofía eclesiástica
y no niega la filosofía idealista.
Hace 100 años (aproximadamente) la filosofía materialista
ganó la batalla, el libro
La dialéctica del materialismo de Lenin, desveló
filosóficamente que ni el espíritu, ni los espíritus eran ente.
Es curioso
de nuevo, como la filosofía idealista, que se podría pensar que se asemeja a
Platón pensando en la teoría de las ideas, no tiene que ver nada con la
filosofía de Platón, y no es porque no lo intenten, la confusión filosófica
deriva del olvido de la filosofía griega, hoy se consideran solo apuntes,
cuando a lo mejor no hemos llegado todavía al saber de estos filósofos.
La filosofía
de Platón propone la introspección personal (conócete a ti mism@) a través de
observar tus ideas, una a una, hasta observar la unión de la idea y quién la
tiene.
Observando
de lo uno a lo múltiple, por el camino te encuentras un patrón, si te
encuentras dos, de seguro habrá muchos más.
El
pensamiento neoplatónico induce a pensar en oriente, bien porque quede
reflejado en su filosofía, o porque así han querido transmitirnos quienes han
conservado este pensamiento.
Lo cierto es
que la mística que hay en la filosofía de Platón tendrá que ver con la mística
de Jesús, y la palabra Cristos quién los una a los dos con oriente y la India.
Buscando la
palabra Cristos, la historia nos llevará a Grecia, el griego, al hebreo y el
pueblo de Jesús, y buscando un poco más se llegará a la India, no sin antes o
después pasar por Egipto, escuela de iniciación, y para personas iniciadas.
La
Hipóstasis de Platón es la Idea por la cual una persona adquiere un
conocimiento instantáneo, que no pudiéndolo explicar completo, por su plenitud,
su experiencia se tornará en mística cuando se muestra al expresarse, la
persona. Su contemplación se mostrará en la expresión.
La
experiencia mística de Jesús, le llevó a ser recordado como Cristos, el
iniciado primero y el ungido después.
Las
experiencias místicas estaban prohibidas y perseguidas por el catolicismo, las
tradujeron por brujería y relacionadas con el mal.
La mística
se convertirá en algo inalcanzable fuera de la religión, en cuanto no tenemos
reflejo mental donde observarla y conocerla.
Con el
tiempo, la mística intelectual causará más confusión, hasta olvidar hoy que es
un fenómeno humano, que ha ocurrido, ocurre, y ocurrirán las experiencias
místicas en la humanidad. Jesús solo sería una prueba más, si no fuese porque
dio su vida para dejar constancia histórica de su existencia y, por ende, su
transmisión de conocimiento para con la humanidad.
El secreto
es la negación de la iglesia católica sobre las experiencias místicas de la
humanidad, queriendo defender bajo dogma, que nadie puede experimentar lo mismo
que Jesús, a pesar de las muchísimas pruebas de ello.
Chynotaw O´hara
la Hipóstasis de Platón 2019
https://sites.google.com/site/enriquedealli/especial-2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario