Cuando Mañjushri se presentó a Buda.
En aquel tiempo, Ananda se levantó de su asiento, descubrió su hombro derecho, y se arrodilló sobre su rodilla derecha.
Él le preguntó al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, ¿por qué la gran tierra tembló de seis formas diferentes?” El Buda le contestó a Ananda:
“Este auspicioso signo fue proyectado porque yo dije que el campo de la fortuna no tiene apariencias diferenciadoras. Cuando los Budas del pasado proclamaron, en este lugar, las apariencias del campo de la fortuna para beneficiar a los seres sintientes, también todo el mundo tembló de seis formas diferentes”
22 Existen tres campos de la fortuna en los que las semillas de virtud plantadas dan mayores frutos; el Campo afortunado de los Budas, bodhisattvas, y gurús; el de los padres y maestros ordinarios; y el de los enfermos, necesitados, y animales.
Shariputra le dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, Mañjushri es inconcebible. ¿Por qué? Por que las apariencias de los fençomenos que él explica son inconcebibles”
Entonces el Buda alabó a Mañjushri: “Sin duda, sin duda. Tal y como Shariputra dice, lo que tú has dicho es verdaderamente inconcebible” Mañjushri le dijo al Buda:
“Honrado por Todo el Mundo, lo inconcebible es inefable; y lo concebible también es inefable. Las naturalezas concebibles e inconcebibles son ambas inefables. Todas las apariencias del sonido no son ni concebibles, ni inconcebibles” El Buda le preguntó:
“¿Has entrado tú en el samadhi inconcebible?” Mañjushri replicó:
“No, Honrado por Todo el Mundo, yo soy lo inconcebible. No viendo una mente que pueda concebir, ¿cómo puede decírseme que entre en el samadhi inconcebible?
Cuando yo generé por primera vez la mente de la iluminación (bodhicitta) yo decidí entrar en ese samadhi. Ahora pienso que he entrado en ese samadhi sin ningún tipo de apariencias mentales.
Para aprender a tirar con un arco, uno ha de practicar durante mucho tiempo para adquirir la destreza. Debido a esta prolongada práctica, ahora es capaz de disparar sin tener que pensar, y todas sus flechas dan en el blanco. Yo me he entrenado de la misma forma.
Cuando comencé a aprender el samadhi inconcebible, yo tuve que enfocar mi mente en un objeto23. Tras practicar durante mucho tiempo, yo he llegado a la realización. Ahora estoy continuamente en ese samadhi, sin pensar”
Shariputra le preguntó a Mañjushri: “¿Hay un samadhi silente que sea aún más maravilloso?” Mañjushri replicó: “Si hubiera verdaderamente un samadhi inconcebible, entonces podrías preguntar por un samadhi silente. De acuerdo a mi comprensión, incluso el samadhi inconcebible no puede ser aprehendido, así que ¿cómo puedes preguntar por un samadhi silente?”
Shariputra preguntó: “¿El samadhi inconcebible no puede ser logrado?” Mañjushri contestó:
“El samadhi concebible tiene una apariencia de logro, mientras que el samadhi inconcebible tiene la apariencia del no logro. Todos los seres sintientes han logrado el samadhi inconcebible. ¿Por qué? Es llamado samadhi inconcebible porque todas las apariencias mentales, no son la verdadera mente.
Por lo tanto, las apariencias de todos los seres sintientes, y la apariencia del samadhi inconcebible son lo mismo, no son diferentes”. Entonces el Buda alabó a Mañjushri:
“¡Muy bien, muy bien! Tú has plantado hace mucho tiempo tus raíces de virtud bajo los Budas, y te has entrenado con pureza en la forma de vida de Brahma.
23 Samatha.
Por ello eres capaz de exponer tan profundo samadhi. ¿Estás asentado ahora en la Perfección de la Sabiduría?” Mañjushri dijo:
“Si pudiera decir que yo estoy establecido en la Perfección de la Sabiduría, esto sería una percepción basada en la visión de que uno tiene un “yo”. Establecerse en la visión de que uno tiene un “yo”, significa que la Perfección de la Sabiduría tiene un lugar.
El que yo no esté establecido en la Perfección de la Sabiduría, es también una percepción basada en la visión de que uno tiene un yo, y que por tanto hay un lugar.
Libre de estos dos lugares (sujeto y objeto) yo me establezco en la no permanencia, al igual que los Budas permanecen en el inconcebible estado de paz y silencio.
Tal estado inconcebible, es llamado morar en la Perfección de la Sabiduría. Morando en la Perfección de la Sabiduría, todos los fenómenos carecen de apariencia y acción.
La Perfección de la Sabiduría es inconcebible. El estado inconcebible es el Reino del Dharma, el cual carece de apariencia. No teniendo apariencia, es el estado inconcebible; el estado inconcebible, es la Perfección de la Sabiduría.
La Perfección de la Sabiduría y el Reino del Dharma son lo mismo, sin no algo distinto. No teniendo ni diferenciación ni apariencia, es el Reino del Dharma; el Reino del Dharma es el reino de la Perfección de la Sabiduría.
El reino de la Perfección de la Sabiduría, es el estado inconcebible; el estado inconcebible, es el reino en el que no hay nacimiento ni muerte. El reino de un Tathagata, y el reino del yo, son la apariencia de la no dualidad.
Aquellos que cultivan la Perfección de la Sabiduría de esta forma, no buscan la Iluminación. ¿Por qué? Porque la Iluminación, la cual está libre de apariencias, es la Perfección de la Sabiduría.
Honrado por Todo el Mundo, conocer las apariencias del yo, significa no ser esclavo de él. No conociendo, y no estando esclavizados por nada, así es el conocimiento de los Budas.
El estado inconcebible del no estar conociendo y del no estar esclavizados por nada, es lo que los Budas conocen. ¿Por qué? Porque ellos saben que la verdadera naturaleza de todo carece de apariencia. Entonces, ¿qué conduce al Reino del Dharma? Lo que en su verdadera naturaleza no tiene ni una existencia inherente propia, ni apego, es llamado “vacio”; y está libre de lugar, dependencia y fijación. El estar libre de lugar, dependencia y fijación, significa que no tiene ni nacimiento, ni muerte; el no tener nacimiento ni muerte, es la virtud de todos los fenómenos producidos y no producidos. Con este conocimiento, uno no tiene percepción. Sin percepción, ¿cómo puede conocerse la virtud de cualquier fenómeno producido o no producido?
El no conocer24 es el estado inconcebible. El estado inconcebible es lo que los Budas conocen como ni aferramiento, ni “no aferramiento”; no viendo ni la apariencia del pasado, presente o futuro; ni la apariencia del ir o del venir; ni el aferramiento ni al nacimiento ni a la muerte; ni la cesación ni la perpetuación; ni el surgir ni el actuar.
Este conocimiento es llamado la verdadera sabiduría del conocimiento, la inconcebible sabiduría del conocimiento.
24 Puesto que no se perciben sujeto y objeto.
Lo mismo que el cielo abierto, en el que no hay ni apariencias ni características, no hace comparaciones, en la inigualada igualdad no existe esto contra a aquello, ni lo bueno contra a lo malo.
El Buda le dijo a Mañjushri:
“Este conocimiento es llamado la sabiduría del conocimiento que nunca se desvanece” Mañjushri dijo:
“La sabiduría del conocimiento de no actuar, también es llamada la sabiduría del conocimiento que nunca se desvanece; pero es como el oro, el cual ha de ser procesado para saber si es bueno o malo. Si el oro no está refinado, no hay forma de conocer su calidad. Lo mismo es verdad con respecto a la apariencia de la sabiduría del conocimiento que nunca se desvanece.
Uno necesita tener la experiencia del no pensar, del no estar esclavizado, del no surgir, y del no actuar. Cuando la mente de uno está completamente quieta, sin que nada surja ni desaparezca, entonces será revelado”. Entonces el Buda le dijo a Mañjushri:
Cuando los Tathagatas hablan de su propia sabiduría, ¿quiénes pueden creerlo?” Mañjushri dijo:
“Tal sabiduría ni es el fenómeno del nirvana, ni es el fenómeno del samsara. Es el camino del silencio, y el camino de quietud; ni aniquilando el apego, odio e ignorancia, ni no aniquilándolos. ¿Por qué? Porque la sabiduría es ilimitada e indestructible, y ni está apartada del samsara, ni unida a él. Se consigue a través de ni de entrenarse, ni de no entrenarse para alcanzar la Iluminación. Esta comprensión es llamada la creencia correcta”
El Buda alabó a Mañjushri: “¡Muy bien, muy bien! Lo que dices es una profunda comprensión de su significado” Entonces Mahakashyapa le preguntó al Buda:
“Honrado por Todo el Mundo, si semejante profunda verdad respecto al Dharma es pronunciada en el futuro, ¿quién será capaz de creerla, entenderla, aceptarla, y practicar de acuerdo a ella?”
El Buda le contestó a Mahakashyapa: “Si los monjes, monjas, laicos y laicas que han escuchado este Sutra en esta asamblea vuelven a escuchar este Dharma en los tiempos venideros, ellos lo creerán y entenderán definitivamente. Serán capaces de leer y recitar este Sutra de la profunda Perfección de la Sabiduría, de aceptarlo y sostenerlo, y exponérselo a otros.
Haciendo una analogía, es como una persona mayor que ha perdido sus preciosas joyas, y que se siente triste y apenado. Si él posteriormente las encuentra, se sentirá muy dichoso.
Por tanto, Kashyapa, lo mismo ocurrirá con los monjes, monjas, laicos y laicas de esta asamblea. Tienen la mente de la fe y el deleite. Si ellos no escuchan el Dharma, se sentirán apenados. Si llegan a escucharlo, con gran alegría, lo creerán y lo entenderán, lo aceptarán y lo sostendrán, y siempre encontrarán deleite en leerlo y recitarlo.
Sabe que esta gente, en efecto, ven a los Budas, y que ellos, en efecto, sirven y hacen ofrendas a los Budas. Haciendo una analogía, cuando los dioses del Cielo de los Treinta y Tres (Trayastrimsa) ven brotar las yemas del árbol celestial parijata, se regocijan.
Saben que las yemas de este árbol se abrirán rápido en su floración. Idénticamente, si entre los monjes, monjas, laicos y laicas, están aquellos que pueden creer y entender la Perfección de la Sabiduría que ellos ya oyeron, ellos también harán florecer pronto todo el Dharma del Buda.
Si en el futuro, entre los monjes, monjas, laicos y laicas, están aquellos que, tras haber oído esta Perfección de la Sabiduría, pueden creerlo y aceptarlo, y leerlo y recitarlo, sin arrepentimiento o escandalizarse; sabe que ellos ya han oído y aceptado este Sutra en esta asamblea. También serán capaces de pronunciarlo y darlo a conocer ampliamente al público, en pueblos y ciudades. Sabe que ellos serán protegidos y recordados por los Budas.
Si entre los buenos hombres y las buenas mujeres, están aquellos que pueden creer y deleitarse en esta Profunda Perfección de la Sabiduría, sin albergar dudas, ellos tienen que haberse entrenado durante mucho tiempo, y haber aprendido bajo anteriores Budas, y haber plantado sus raíces de virtud”.
Haciendo una analogía, es como un hombre que está enhebrando cuentas en un hilo con sus manos, y de repente llega a sus manos una joya genuina e insuperable. Su corazón se llena con una gran alegría. Sabe que esta persona tiene que haber visto antes una de esas joyas.
Por tanto, Kashyapa, cuando los buenos hombres, o las buenas mujeres, que están aprendiendo otras doctrinas, de repente se encuentran con la Profunda Perfección de la Sabiduría, se alegran de la misma forma, sabiendo que tienen que haberla oído antes.
Supón que hay seres sintientes que, tras oír la Profunda Perfección de la Sabiduría, pueden creer y aceptarlo con gran alegría en sus corazones. Ellos también tienen que haber servido a innumerables Budas, de los cuales ellos tienen que haber escuchado la Perfección de la Sabiduría, que ellos tienen que haber practicado y estudiado anteriormente.
Usando una analogía, es como una persona que ha pasado por un pueblo o ciudad y lo ha visto. Más tarde, el oye a otros alabar lo hermosos que en esa ciudad son los jardines, los estanques, las fuentes, las flores, los frutos y los árboles, al igual que los hombres y mujeres que allí residen; y el se encuentra muy feliz de oír estas cosas.
El incluso les pregunta para que describan esta ciudad con sus jardines, sus hermosas decoraciones, sus diversas flores, estanques y fuentes, y la abundancia de dulces frutas, las diversas clases de maravillas, y todas las cosas hermosas. Tras escuchar estas descripciones otra vez, esta persona aún se sentirá más feliz. Aquellos que reaccionen del mismo modo que esta persona, tienen que haberlo visto con anterioridad.
Si entre los buenos hombres y las buenas mujeres, están aquellos que tras oír la Perfección de la Sabiduría, son capaces de escucharla y aceptarla con fe, de sentir alegría, de deleitarse oyéndola sin cansarse, e incluso pedir que sea repetida, sabe que ellos ya han escuchado esta Perfección de la Sabiduría de Mañjushri”
Mahakashyapa le dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, si en el futuro, entre los buenos hombres y las buenas mujeres, están aquellos que habiendo oído esta Profunda Perfección de la Sabiduría, la escuchan y la aceptan con fe y deleite, deberíamos de saber por estos indicios que ellos también lo han oído de anteriores Budas, y que lo han estudiado y cultivado”.
Mañjushri le dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, el Buda dice que los fenómenos no tienen apariencia ni actúan, y que están inherentemente en el nirvana.
Si los buenos hombres y las buenas mujeres, pueden entender verdaderamente este significado, y proclamarlo tal y como lo han oído, ellos serán alabados por todos los Tathagatas.
Sus afirmaciones relacionadas con las apariencias de los fenómenos, en efecto, es el pronunciamiento de los Budas. Es llamado la brillante apariencia de la Perfección de la Sabiduría; y también es llamado la brillante totalidad del Dharma del Buda, y revela la verdadera realidad de un modo inconcebible”.
El Buda le dijo a Mañjushri: “Cuando yo estaba en el Camino del Bodhisattva, yo desarrollé mis raíces de virtud. Aquellos que aspiren a estar en el Bhumi de Avinivartaniya (Nivel del No Retorno) deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Aquellos que aspiren a realizar la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si los buenos hombres y las buenas mujeres aspiran a comprender todas las apariencias de los fenómenos, y a conocer la igualdad en el reino mental de los seres sintientes, deberían de estudiar la Perfección de la Sabiduría.
Mañjushri, aquellos que aspiran a aprender todo el Dharma del Buda sin obstrucciones, deberían de estudiar la Perfección de la Sabiduría.
Aquellos que aspiran a comprender desde el logro de la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación de los Budas, su sublime apariencia25, sus majestuosas cualidades, y las innumerables actividades del Dharma, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. ¿Por qué?
Porque en el fenómeno de la vacuidad, uno no percibe Budas, ni Iluminación, etc. Si entre los buenos hombres y las buenas mujeres están aquellos que aspiran a conocer dichas apariencias sin dudas, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. ¿Por qué?
Porque tras cultivar la Perfección de la Sabiduría, uno no ve los fenómenos tales como el nacer o morir, puro o impuro. Por lo tanto, los buenos hombres y las buenas mujeres deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría de esta forma.
Aquellos que aspiren a conocer que todos los fenómenos no tienen apariencias tales como pasado, presente o futuro, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. ¿Por qué?
Porque en su verdadera naturaleza, y en su apariencia, el Reino del Dharma no tiene ni pasado, ni presente, ni futuro.
Aquellos que aspiren a conocer, sin obstáculos en sus mentes, que todos los fenómenos constituyen el Reino del Dharma, debería de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Aquellos que aspiren a oír los Tres Giros de la Rueda del Dharma, en sus doce apariencias26, y conocerlos a través de la autorrealización, sin aferrarse a ellos o ser cautivo de ellos, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Aquellos que aspiren generar una mente de amor desinteresado para ser el refugio de todos los seres sintientes, donde quiera que se encuentren, y sin un límite, sin que tengan el pensamiento de la apariencia de los seres, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Aquellos que aspiren a conocer los Diez Poderes de un Buda, tales como el conocer lo correcto o incorrecto de cualquier situación, conocer sus Cuatro Ausencias de Miedo, morar en su sabiduría, y adquirir su elocuencia sin impedimentos, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Mañjushri le dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, yo observé correctamente los fenómenos, y encontré que son no producidos, sin apariencia, sin logro, sin beneficio, sin nacimiento, sin muerte, sin venir, sin ir, sin conocedor, sin perceptor, y sin actor.
25 Las marcas mayores y menores.
26 Los doce modos de la enseñanza del Buda.
No vi ni la Perfección de la Sabiduría, ni realización, ni no realización. Yo no hago distinciones, ni ninguna afirmación absurda. Todos los fenómenos son ilimitados, sin un final.
No hay un fenómeno de los seres ordinarios, ni un fenómeno de los Oyentes, ni un fenómeno de los Pratyekabuddhas, ni un fenómeno de los Budas. No hay ni logro, ni no logro; ni samsara que abandonar, ni nirvana que realizar; ni lo concebible, ni lo inconcebible; ni acción, ni no acción. ¡Solo son apariencias de fenómeno! Entonces, ¿Cómo aprender la Perfección de la Sabiduría?
El Buda le dijo a Mañjushri: “Conocer todas las apariencias de los fenómenos, es llamado aprender la Perfección de la Sabiduría. Si los Bodhisattvas, los Grandes Seres, aspiran a aprender el Samadhi que Conduce a la Iluminación, porque aprendiéndolo pueden iluminar todo el profundo Dharma del Buda, conocer los nombres de todos los Budas, y comprender sus mundos, sin obstrucciones, ellos deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría tal y como la explicó Mañjushri”
Mañjushri preguntó: “¿Por qué es llamada la Perfección de la Sabiduría?
El Buda respondió: “La Perfección de la Sabiduría no tiene impedimentos, es ilimitada, sin nombre, y sin apariencia ni concepción.
Al igual que el Reino del Dharma, el cual no tiene divisiones o límites, no tiene refugio ni carece de una isla segura, no tiene mérito ni demérito, ni luz ni oscuridad.
Es llamada Perfección de la Sabiduría, y también es llamada el Campo de Acción de los Bodhisattvas, los Grandes Seres. Siendo ni el Campo de la Acción, ni el Campo de la no Acción, en el Vehículo Único27 es llamado Campo de la no Acción. ¿Por qué?
Porque es el campo de la no percepción, y de la no acción” Mañjushri le preguntó al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, ¿Qué acciones puede uno realizar para lograr rápidamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación?”
El Buda respondió: “Mañjushri, aquellos que cultivan la Perfección de la Sabiduría tal y como fue explicada, alcanzarán rápidamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación.
Además está el Samadhi de la Acción Única. Si los buenos hombres y las buenas mujeres se entrenan en este samadhi, también lograrán rápidamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación”. Mañjushri preguntó: “Honrado por Todo el Mundo, ¿Qué es el Samadhi de la Acción Única?”
El Buda respondió: “El Reino del Dharma tiene una sola apariencia. Enfocar la mente en el Elemento del Dharma28 es llamado el Samadhi de la Acción Única. Si entre los buenos hombres y las buenas mujeres, están aquellos que aspiraron a entrar en el Samadhi de la Acción Única, deberían de sentarse adecuadamente en un espacio abierto, mirando en dirección a un Buda, abandonando los pensamientos distractores y las apariencias, enfocando sus mentes en ese Buda, y repitiendo su nombre.
Si pueden continuar, pensamiento tras pensamiento, pensando en un Buda, serán capaces de ver en sus mentes a los Budas del pasado, presente y futuro. ¿Por qué?
27 Mahayana.
28 Dharmadhatu.
Porque el mérito adquirido al pensar en un Buda es inmensurable e ilimitado; no es diferente del mérito logrado al pensar en innumerables Budas, pues el inconcebible Dharma de los Budas es idéntico y no diferenciado.
Todos ellos lograrán realizar la verdadera naturaleza, la Talidad, y alcanzarán la Perfecta Iluminación, adquiriendo inmensurable mérito y elocuencia.
Aquellos que entran en el Samadhi de la Acción Única de esta forma, conocerán que no hay apariencias diferenciadas en el Cuerpo del Dharma29 de los Budas, los cuales son tan numerosos como las arenas del Ganges.
Aunque de entre todos los Oyentes, Ananda es el más aventajado en la Doctrina30 del Buda que él ha oído, en su prodigiosa memoria que retiene todo, y en su elocuencia y sabiduría, sin embargo su logro tiene una medida y un límite.
Si uno ha logrado el Samadhi de la Acción Única, será capaz de diferenciar una por una las Puertas del Dharma en los Sutras, y de conocerlas a todas ellas sin obstrucciones. Uno será capaz de exponerlas día y noche, incesantemente, con sabiduría y elocuencia.
Por comparación, la elocuencia de Ananda y su escucha del Dharma no es ni tan siquiera una cien milésima parte de ella. Los Bodhisattvas, los Grandes Seres, deberían de tener este pensamiento: “¿Cómo podría yo lograr este Samadhi de la Acción Única, que traerá tan inconcebible mérito y tan innumerable buenos nombres?”.
Los Bodhisattvas, los Grandes Seres, deberán de pensar siempre en el Samadhi de la Acción Única, y asiduamente hacer enérgicos esfuerzos, no siendo nunca negligentes o indolentes.
A través de un entrenamiento y aprendizaje gradual paso a paso, entrarán en el Samadhi de la Acción Única, como es evidente debido a su inconcebible mérito. Sin embargo, aquellos que corrompen el verdadero Dharma, o que no creen que los obstáculos estén causados por el mal karma, no serán capaces de entrar en él.
Además, Mañjushri, haciendo una analogía, una persona ha adquirido una piedra preciosa, y se la enseña al joyero.
El joyero le dice que es una joya genuina, de un valor incalculable. Entonces él le pide al joyero:”Púlela para mí. Que no pierda su brillo y color”. Después de que la joya se hubo pulido, esta preciosa cuenta llega a ser más brillante y transparente. Mañjushri, si los buenos hombres o las buenas mujeres se entrenan en el Samadhi de la Acción Única para alcanzar mérito inconcebible, innumerables buenos nombres o buenas mujeres, en el curso de su entrenamiento conocerán las apariencias de los fenómenos con una comprensión clara, sin obstrucciones.
Sus méritos crecerán de la misma forma.
Mañjushri, usando el Sol como ejemplo, su luz es penetrante y no disminuye. Similarmente, si uno logra el Samadhi de la Acción Única, uno adquirirá todos los méritos sin ninguna deficiencia, como la luz del Sol iluminando el Dharma del Buda. Mañjushri, el Dharma que yo he proclamado tiene un solo aroma diferente de todos los aromas, que es el aroma de la liberación, el aroma del silencio y de la quietud.
Si los buenos hombres y las buenas mujeres han alcanzado este Samadhi de la Acción Única, lo que ellos expongan también tendrá un aroma diferente de todos los aromas, que es el aroma de la liberación, el aroma del silencio y la quietud, completamente de acuerdo con el verdadero Dharma, sin error o equivocación. Mañjushri, los Bodhisattvas, los Grandes Seres, que han logrado este Samadhi de la Acción Única, todos ellos completan los Treinta y Siete Factores de la Iluminación, y
rápidamente realizan la Incomparable, Completa y Perfecta Iluminación.
29 Dharmakaya.
30 Dharma.
Además Manjushri, los Bodhisattvas, los Grandes Seres, que ven que en el Reino del Dharma no hay apariencias diferenciadas, ni la apariencia única, obtendrán rápidamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación.
Aquellos que pueden soportar, sin escandalizarse, sin temer o dudar, su creencia de que todos los fenómenos son el Dharma del Buda, lograrán rápidamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación”. Mañjushri le preguntó al Buda:
“Honrado por Todo el Mundo, ¿puede lograrse la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación a través de esas causas?” El Buda respondió:”
La Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación es obtenida, pero ni a través de causas, ni de no causas. ¿Por qué?
Porque el estado inconcebible es realizado, pero ni a través de causas, ni de no causas. Si los buenos hombres y las buenas mujeres que han oído estas palabras, no se vuelven negligentes o indolentes, sabe que ellos ya han plantado sus raíces de virtud bajo los Budas del pasado.
Además, si los monjes y monjas que han escuchado esta Profunda Perfección de la Sabiduría, no están ni escandalizados ni aterrorizados, ellos habrán renunciado verdaderamente a la vida en familia para seguir al Buda.
Si los laicos y laicas que han escuchado esta Profunda Perfección de la Sabiduría, no están escandalizados un aterrorizados, ellos habrán tomado verdaderamente refugio en el Buda.
Mañjushri, los buenos hombres y las buenas mujeres que no estudian la Perfección de la Sabiduría, no se están entrenando en el Vehículo del Buda. Tomando a la gran tierra como un ejemplo, todas las plantas medicinales tienen que crecer a partir de la tierra.
Mañjushri, idénticamente, las raíces de virtud de los Bodhisattvas, los Grandes Seres, tienen que depender de la Perfección de la Sabiduría para desarrollarse, de forma que su logro de la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación no tenga obstrucciones”
Mañjushri preguntó al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, ¿En qué ciudades y pueblos de Jambudvipa deberíamos de pronunciar esta Profunda Perfección de la Sabiduría?” El Buda dijo a Mañjushri:
“Supón que aquellos que han escuchado la Perfección de la Sabiduría en esta asamblea, toman el voto de que en sus vidas futuras siempre atenderán a la Perfección de la Sabiduría para fortalecer su fe y su comprensión, y de que sean capaces de escuchar este Sutra de nuevo.
Sabe que esa gente no llegó con pocas raíces de virtud, porque son capaces de aceptar y apreciar lo que oyen. Mañjushri, si están aquellos que han escuchado la Perfección de la Sabiduría de ti, ellos debieran de decir esto:
“En la Perfección de la Sabiduría, no hay un fenómeno de los Oyentes, ni un fenómeno de los Pratyekabuddhas, ni un fenómeno de los Bodhisattvas, ni un fenómeno de los Budas. Ni existe un fenómeno de los seres ordinarios, ni un fenómeno del samsara”.
Mañjushri la dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, si los monjes, monjas, laicos y laicas me preguntan: “¿Cómo pronuncia el Tathagata la Perfección de la Sabiduría?”
Yo deberé de contestar:”Dado que los fenómenos no tienen la apariencia de la discusión, ¿Cómo podría el Tathagata pronunciar la Perfección de la Sabiduría? El no ve fenómenos sobre los que disputar, ni ve que las mentes y las consciencias de los seres sintientes puedan conocer los fenómenos”.
Además, Honrado por Todos el Mundo, yo debería de proclamar la realidad última. ¿Por qué? Porque todas las apariencias de los fenómenos permanecen iguales en la realidad verdadera. El estado de Arhat, no es un fenómeno particularmente espléndido. ¿Por qué?
Porque el fenómeno de los Arhats y el de los seres ordinarios no son ni lo mismo, ni diferentes. Además, Honrado por Todo el Mundo, de acuerdo a esta explicación del Dharma, ningún ser sintiente ha realizado ya el nirvana, lo está realizando, o lo realizará. ¿Por qué?
Porque los seres sintientes carecen de una apariencia inherentemente existente. Si están aquellos que desean oír la Perfección de la Sabiduría, yo les diré que quienes escuchan no piensan en, no oyen, o aprehenden nada, ni son esclavizados por nada, de la misma forma que le ocurriría a una persona nacida de un conjuro mágico, a la que nadie puede percibir.
Esta afirmación es una enseñanza verdadera del Dharma. Por tanto, los Oyentes no deberían de construir apariencias duales de sujeto y objeto. Deberían de entrenarse en el Dharma del Buda, sin abandonar otras visiones, y deberían de no aferrarse al Dharma del Buda, ni abandonar el fenómeno de los seres ordinarios. ¿Por qué? Porque los Budas y los seres ordinarios, en cuanto a que son dos fenómenos, tienen apariencias vacías, más allá del apego o del abandono.
Cuando alguien me pregunta, yo doy estas respuestas, confortándolos y poniéndolos en el sendero correcto. Los buenos hombres y las buenas mujeres deberían de hacerse estas preguntas y establecerse en este camino, sin que sus mentes retrocedan o caigan en el desconcierto.
Ellos deberían de hablar de las apariencias de los fenómenos de acuerdo a la Perfección de la Sabiduría”.
Entonces el Honrado por Todo el Mundo alabó a Mañjushri: “¡Muy bien, muy bien! Tal y como dijiste, si los buenos hombres y las buenas mujeres desean ver a los Budas, ellos deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. Si desean servir a los Budas, y hacerles ofrendas a ellos de acuerdo al Dharma, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si desearan decir que para ellos el Tathagata es el Honrado por Todo el Mundo, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. Incluso si desearan decir que el Tathagata para ellos no es el Honrado por Todo el Mundo, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si desean lograr la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. Incluso si no desearan alcanzar la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si desearan realizar todos los samadhis, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. Incluso si no desearan realizar todos los samadhis, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. ¿Por qué? Porque el Samadhi de la No Acción no tiene apariencias distintas, y porque los fenómenos no tienen nacimiento ni muerte.
Si están aquellos que desean conocer que todos los fenómenos son falsos nombres imputados, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si aquellos que desean conocer, sin que sus mentes retrocedan o caigan en el desconcierto, que todos los seres sintientes que se entrenan en el Camino de la Iluminación, no buscan las apariencias de la iluminación, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría. ¿Por qué?
Porque todos los fenómenos son la apariencia de la iluminación. Si están aquellos que desean, sin que sus mentes retrocedan o caigan en el desconcierto, conocer las apariencias de las acciones y de las no acciones de los seres sintientes, y saber que no actuar es Iluminación, que la Iluminación es el Elemento del Dharma, y que el Elemento del Dharma es la Verdadera Realidad, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría.
Si están aquellos que desean conocer que todos los poderes transcendentales de los Tathagatas, y sus proyecciones mágicas carecen de apariencia, ni de obstrucciones, ni de lugares, deberían de aprender la Perfección de la Sabiduría”.
El Buda le dijo a Mañjushri: “Si los monjes, monjas, laicos y laicas, no desean caer en los senderos de la mala vida, deberían de aprender una stanza de cuatro versos de la Perfección de la Sabiduría, deberían de aceptarlo y sostenerlo, leerlo y recitarlo, y explicárselo a otros de acuerdo a la verdadera realidad. Sabe que esos buenos hombres y esas buenas mujeres, alcanzarán definitivamente la Insuperable, Completa y Perfecta Iluminación, y residirán en los Campos de los Budas.
Si están aquellos que, tras oír esta Perfección de la Sabiduría, no están escandalizados ni aterrorizados, sino que desarrollan fe y entendimiento en sus mentes, sabe que ellos están santificados por los Budas con un sello, el Sello del Dharma del Mahayana, el cual solo poseen los Budas.
Si los buenos hombres y las buenas mujeres aprenden este Sello del Dharma, ellos transcenderán no solo las malas transmigraciones, sino también los Senderos de los Oyentes y Pratyekabuddhas”
En ese momento, el rey de los dioses del Cielo de los Treinta y Tres, como una ofrenda a la Perfección de la Sabiduría, al Tathagata, y a Mañjushri, trajo unas maravillosas flores celestiales de utpala, kumuda, pundarika, y mandarava, al igual incienso de sándalo celestial, incienso en polvo, diversos tipos de joyas de oro, y música celestial.
Después de presentar estas ofrendas, les dijo: “Yo deseo en todo momento aprender la Perfección de la Sabiduría, el Sello del Dharma”
Entonces el rey de los dioses, Sakra-Devanan-Indra hizo este voto:
“Yo ruego para que todos los buenos hombres y la buenas mujeres en Jambudvipa puedan oír siempre este Sutra, el definitivo Dharma del Buda, y que crean en él y lo comprendan, que lo acepten y sostengan, que lo lean y reciten, y que lo expongan a otros. Todos los dioses los protegerán y apoyarán”
En ese momento, el Buda le dijo a Sakra-Devanan-Indra: “Kausika, sin duda, sin duda; estos buenos hombres y estas buenas mujeres definitivamente lograrán la Iluminación de un Buda. Mañjushri le dijo al Buda: “Honrado por Todo el Mundo, los buenos hombres y las buenas mujeres que acepten y sostengan este Sutra de esta forma, conseguirán grandes beneficios e inmensurable mérito”
Entonces, en virtud del poder espiritual del Buda, toda la gran tierra tembló de seis formas diferentes. El Buda sonrió, y emitió una gran radiación iluminando todo en los Tres Mil Grandes Mundos de Mil Formas. Mañjushri le dijo al Buda:
“Honrado por Todo el Mundo, esta es la apariencia del Tathagata sellando la Perfección de la Sabiduría” El Buda le dijo a Mañjushri:
“Mañjushri, indudablemente, indudablemente. Este signo auspicioso siempre aparece después de que la Perfección de la Sabiduría sea proclamada. Es para sellar la Perfección de la Sabiduría, y para permitir a la gente aceptarla y sostenerla, no para alabarla ni criticarla. ¿Por qué?
Porque la libre apariencia del Sello del Dharma está más allá de la alabanza y de la crítica.
Ahora yo, con este Sello del Dharma, evito que los demonios puedan encontrar alguna oportunidad para crear problemas”
Después de que el Buda hubiera terminado de pronunciar estas palabras, los Grandes Bodhisattvas y los cuatro grupos de discípulos, habiendo escuchado la explicación de la Perfección de la Sabiduría, se alegraron grandemente. Todos creyeron en ella, la aceptaron, y reverenciándolas, siguieron las enseñanzas.
FIN DEL SUTRA DE LA GRAN PERFECCIÓN DE LA SABIDURÍA, PRONUNCIADO POR EL BODHISATTVA MAÑJUSHRI.
Trad. al castellano por el ignorante y falto de devoción upasaka Losang Gyatso.
Dedicatoria.
¡Que este Sutra pueda inspirar y ayudar a cuantos lo lean o escuchen!
Dedico esta traducción al castellano del “Sutra de la Gran Perfección de la Sabiduría, pronunciado por el Bodhisattva Mañjushri” a mi buena amiga Mari Carmen, católica practicante, que con sus largos años de dedicación y entrega a sus mayores, el segundo de los Campos de la Fortuna, encarna la stanza 9 de la “Carta a un amigo” de Nagarjuna.
“Aquellos que muestran gran respeto hacia sus padres Serán protegidos por Brahma o los Maestros. Debido a los cuidados que les prodigaron, obtendrán en este mundo reputación, Y tras su muerte, alcanzarán los reinos más elevados”
Muchas Gracias
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